Acerca de mí
Soy una ama de casa con dos hijos. Nací en una familia católica, de clase media. Durante mi adolescencia comencé a darme cuenta que algunos de mis sueños tenían cumplimiento en la vida real. Algunos de ellos se cumplían tal como los había soñado y otros no se cumplían al 100%, es decir, se hacían realidad en un 80%, solo en la esencia misma del sueño, pero cambiándose un poco características del ambiente o protagonistas soñados con la vida real. Hasta mi etapa de juventud, yo seguía pensando que eran muchas casualidades estos sueños que se me cumplían y nunca se me ocurrió investigar en mi religión alguna razón por la cual esto me pasaba a mí, ya que yo tenía como respuesta a mis dudas sobre esto que me sucedía, algunos estudios científicos sobre el estado del ser humano mientras duerme.
Luego cuando crecí y comencé a trabajar, Dios me dio la oportunidad de irme a radicar al extranjero. Entonces allá viví una experiencia fuerte al seno de una iglesia, donde el Señor me iba mostrando a través de sueños, ciertas cosas que estaban sucediendo alrededor mío y de las personas que se relacionaban conmigo en aquel lugar. Fue entonces desde aquella ocasión en que descubrí que mis sueños no eran casualidades con las cosas sucedidas en la vida real, sino que eran más bien como advertencias que Dios mismo me iba poniendo ante peligros y situaciones de crisis que estábamos viviendo todos en aquel grupo de iglesia.
Pues cabe mencionar, que en aquel grupo eclesiástico, el Señor me permitió ser testigo de cómo las fuerzas del mal pueden llegar a infiltrarse dentro de una iglesia para crear confusión y división, experiencia que me hizo sufrir mucho y obtener muchos aprendizajes espirituales, a ser más cautelosa y poder reconocer ideologías que van contra el Evangelio gracias a que tuve que ponerme a estudiar un poco más sobre los dogmas de nuestra fe católica y escuchar muchas horas de dirección espiritual de un santo sacerdote mariano que el Señor puso en mi camino en aquella época. Dicho sacerdote me ayudo a salir de un agujero profundo y oscuro de confusiones que tenía después de vivir aquella mala experiencia de iglesia. Mi vida de oración se hizo más frecuente y profunda desde aquel año en que mi director espiritual me consagró al Inmaculado Corazón de María y que me dedicó muchas horas de dirección espiritual cada semana para poder recuperar mi fe que había sido muy afectada por todo lo vivido en otra parroquia diferente a la de él. Aprendí mucho sobre la vida de los santos también, lo que me dio mucho aliento a seguir a pesar de que hay tanta maldad y sufrimiento en el mundo...tanta persecución hacia todo aquel que quiere profesar su fe abiertamente.
Después de esta purificación que Dios hizo a mi alma y de tener mi corazón herido como si hubiera sido hecho polvo, por todo el dolor que pasé y fui testigo de tanta maldad... y donde el Señor me hizo ver un pequeño cachito de lo que sería en el futuro la situación de crisis que viviría nuestra Santa Madre Iglesia a nivel mundial (como lo dicen las profecías marianas y bíblicas y las advertencias sobre la llegada de la falsa iglesia que desvelaría el misterio de iniquidad), yo regresé a vivir de nuevo a mi país natal y traté de olvidar todos los momentos tristes que viví en aquella iglesia del extranjero.
Pero después, al tener mi segundo embarazo, volví a tener de nuevo sueños... los cuales se me hicieron raros porque estaba en una de las etapas más felices de mi vida: ser mamá y ahora los nuevos sueños ya no eran relacionados con alguna situación de crisis de iglesia, sino que eran ya sueños relacionados a eventos mundiales que luego fui encontrando que están profetizados en la biblia y que corresponden a estos últimos tiempos y la Gran Tribulación. Al inicio no sabía que eran eventos profetizados en la biblia, pero por la rareza de los sueños que no eran cosas que soñaba sobre mi vida cotidiana (como si lo fueron los anteriores sueños que se me cumplían desde mi adolescencia) me puse a investigar más sobre el por qué estaba teniendo este tipo de sueños para mi "raros". Con lo que me puse a leer más y estudiar sobre las profecías de esta última época para poder entender mis sueños.
A pesar de tener ya un director espiritual que hasta hoy ha sido un gran pilar de mi fe y que siempre está disponible para mi cada que le llamo al extranjero, que con sabiduría me ayuda a salir de nuevas dudas sobre la fe, yo comencé a pedir a Dios en oración delante del Santísimo y después de cada misa, que si era Su Voluntad me diera otro director espiritual que fuera más local, que no radicara en el extranjero. Así que después de algunos años de pedirle al Señor esto en oración, el me mandó un segundo director espiritual que comenzó a estudiar mis sueños, era otro sacerdote santo y mariano con larga trayectoria sacerdotal también, con experiencia igual en el estudio de los signos de los tiempos y profecías marianas. El comenzó a darnos luz en nuestra casa a través de sus consejos espirituales los cuales nos han hecho crecer hoy como familia y seguirnos preparando cada día más para la batalla espiritual que ya se está dando entre las huestes del bien y del mal.
Agradezco tanto a Dios que no solo es uno sino son dos los sacerdotes que actualmente siguen guiando nuestra vida espiritual en familia y que gracias a la santidad en la que viven, iluminados todo el tiempo por la Luz del Espíritu Santo, nosotros hemos podido crecer en nuestra fe y vida de oración y gracia. Hemos sido bendecidos por Dios enormemente a través de estos dos santos sacerdotes marianos, a los cuales estoy siempre agradecida por su tiempo y consejos espirituales.
Y este libro de sueños, lo he escrito por consejo de mi director espiritual y lo publico en forma de página web con los títulos usados, así tal cual como están plasmados aquí, por mandato del Espíritu Santo que a través de momentos de oración con Dios y de signos dados, Él me fue comunicando que así debía ser Su Obra, así debía llamarse y titularse, todo para SU GLORIA, para que las almas que puedan leerlo y discernirlo, comiencen a actuar en lo que tengan que hacer o les falte hacer, para estar preparados espiritualmente. Todos los días debemos pedir a Dios nos ayude a prepararnos más y más para su pronta venida, que no debe faltar ya mucho.
Por tal motivo, no es importante aquí decir cómo me llamo o dónde vivo, porque finalmente no es mi objetivo que mi nombre sea conocido, sino el objetivo es para buscar más y más el Reino de Dios (Mateo 6:33) a través de estos escritos donde podemos conocer la obra del Espíritu Santo plasmada a través de los sueños que él nos ha enviado y que podrán ser de mucha luz para todos los que hoy estan estudiando los signos de los tiempos.
Si tienen algún comentario o sugerencia con gusto lo recibiré al correo de contacto y de antemano sugiero orar al Espíritu Santo para pedir el don de discernimiento antes de leer cada sueño.
Dios les bendiga.